martes, 27 de febrero de 2007

Ray Loriga - Tokio ya no nos quiere


Existe una sustancia llamada química que permite olvidar las malas experiencias. Lo mismo que en eterno resplandor de una mente sin recuerdos pero de modo más simple, sin tanto trámite. Tomas la química y listo. Existe un tipo que reparte por todo el mundo tal sustancia y que ignora que un buen narcotraficante nunca debe volverse adicto a su mercancía porque las cosas se confunden, las historia se olvidan, el negocio se acaba. De alguna u otra forma, siempre termina involucrandose con sus clientes. Todos, o casi, le cuentan qué quieren borrar de sus mentes y se convierten en pequeños cuentos entremedio de tanta reflexión que Loriga hace. Por que a fin de cuentas el libro es eso, como en Heroés, pero un poco menos. Muchas buenas frases y otras cuantas buenas historias entremedio. Pero como un todo, el libro se cae. El final no es tan bueno y deja con un signo de interrogación gigante. No sé, hay mucho más que decir. A mi me gustó esa historia del tipo que hablaba con su madre muerta a través de un computador, que dice la muri que se le ocurrio a alguien antes. En fin. Bien Loriga. Me sigue gustando. Quiero leer más de él.

2 comentarios:

autopista dijo...

que rico es él

Henry Lee dijo...

si weon yo quiero ser su novia